Semana Santa

Durante la Edad Media ya existieron cofradías aunque la mayoría de las hermandades vivían su religiosidad en las capillas. En el siglo XVI, tras el Concilio de Trento, las hermandades decidieron tener más presencia externa y realizar su estación de penitencia.

250px-Gran_poder_1914En sus comienzos, las cofradías sevillanas hacían estación de penitencia a iglesias o conventos cercanos a su templo. En el Sínodo de 1604, el cardenal Fernando Niño de Guevara estableció algunas normas que forman el germen de la actual Semana Santa de Sevilla: las cofradías quedaban obligadas a realizar la estación de penitencia a la catedral y las de Triana debían realizarlo a la iglesia de Santa Ana, debían vestirse túnicas sencillas de lienzo basto y se prohibía a las mujeres disciplinarse.

En el siglo XIX la Semana Santa hispalense debió afrontar varios altibajos. Por un lado se produjo la invasión francesa de 1808 a 1810. Entre 1820 y 1825 no procesionó ninguna cofradía. Por otro

lado, la desamortización de Mendizábal de 1836 supuso la pérdida o dispersión de muchos bienes eclesiáticos que estaban en los monasterios. El anticlericalismo de la Junta de la Revolución de 1868 trajo consigo el cierre de nueve conventos, el cierre de once parroquias y la destrucción de cuarenta y nueve iglesias solamente en Sevilla.

En 1849 se instala en la ciudad la «corte chica» de María Luisa Fernanda de Borbón, hermana de la rei

na Isabel II, y de su esposo, el duque de Montpensier Antonio de Orleans, en el palacio de San Telmo, que había sido un antiguo colegio de marineros. Ellos favoreciendo la celebración de la Semana Santa a mediados de siglo, impulsando hermandades como la de Montserrat o la Lanzada.

A mediados de siglo las procesiones comienzan a recuperarse. La Hermandad de Pasión vuelve a procesionar en 1842, la de los Negritos en 1849, la de la Soledad en 1860 y la de las Siete Palabras en 1864.

A instancias del Ayuntamiento y del duque de Montpensier se celebra en 1850 una gran procesión con la participación de diversos pasos y cofradías: el Santo Entierro Grande.5​ Este volverá a celebrarse en 1854.

A finales del siglo XIX, en el periodo de la restauración borbónica, las cofradías resurgen en número y esplendor y se empieza a considerarlas un atractivo turístico para la ciudad y su economía.​ En la Semana Santa de 1870 salieron en procesión once cofradías.5

En el siglo XX,

durante el gobierno de la Segunda República se experimentó una fase de enfrentamiento social y político que perjudicó la celebración de la Semana Santa. El año 1932 las juntas de gobierno de las hermandades tomaron la decisión de no salir en procesión. El alcalde José González Fernández de Labandera, sabedor de la trascendencia de esta medida, trató en sus declaraciones de estimular la normalidad de las pro

cesiones y garantizar su celebración.​ La Hermandad de la Estrella fue la única qu

e, contraviniendo el acuerdo del conjunto de las hermandades, hizo procesión el Jueves Santo, produciéndose varios altercados de carácter violento durante su recorrido; el incidente más grave fue protagonizado por un militante anarquista que disparó contra el paso de

la virgen.

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En esta decisión de no salir en procesión, tomada por las hermandades, se combinaron por una parte el temor a los posibles ataques que pudieran producirse y por otra

la utilización de la suspensión como herramienta política contra las disposiciones del gobierno republicano en materia religiosa. Durante el año 1933 se repitió la decisión y ya en 1934, tras el triunfo de la CEDA, 14 cofradías volvieron a salir de sus templos durante las fiestas.

En 1965 el cardenal y arzobispo Bueno Monreal aprobó la realización de la Misión General. En virtud de esta, las cofradías sevillanas llevaron a algunas imágenes titulares a diversas barriadas lejanas de la ciudad y otras realizaron algunas procesiones extraordinarias.

En 1980 recibió la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional junto con las de Valladolid, Zamora, Málaga y Cuenca.​ Ya a finales del siglo XX y debido al aumento de cofradías, que pasaban de las 57, se decidió en un momento determinado que las nuevas no realizarían la carrera oficial, saliendo el Viernes de Dolores en recuerdo a los Dolores de la Virgen María y el Sábado de Pasión por sus feligresías. Sin embargo en 2007, se autorizó la salida de la Hermandad del Carmen el Miércoles Santo, en 2008 se autorizó también el Lunes Santo la Hermandad de San Pablo y en 2010 la Hermandad del Sol, del barrio del Plantinar, en la tarde del Sábado Santo. El Lunes Santo del año 2015 Felipe VI de España presenció a varias hermandades en su discurrir procesional.

La hermandes y cofradías canónicas se rigen por las normas diocesanas. En 2016 el arzobispado actualizó dichas normas, que databan de 1997. Estas no se aplican solamente a las hermandades de la ciudad, sino a las 600 que hay en todo el territorio de la archidiócesis.